Las mujeres pasan la menopausia durante un 30 o 40 % de sus vidas y debido a las características de esta situación y sus síntomas, puede provocar una mayor probabilidad de enfermedades bucodentales.
Los problemas más comunes en esta etapa suelen ser referentes a las encías, perdidas de densidad ósea en la mandíbula, con lo que conlleva y sequedad bucal, pero si se tiene una correcta higiene y se llevan a rajatabla las visitas al odontólogo, no tiene por qué haber ninguna complicación grave. A continuación enumeramos algunas patologías:
- Ardor bucal: Se caracteriza por escozor y quemazón que afecta a la mucosa oral. Aparece más tardíamente, no en el momento de empezar con la menopausia.
- Enfermedades periodontales: Estas son debidas a las alteraciones hormonales que se sufren y muy relacionada con la osteoporosis que genera una reabsorción del hueso e incrementa la enfermedad periodontal.
- Con relación a la perdida de encía, que hablamos anteriormente, se puede dar el caso que se retraiga tanto tejido periodontal que también afecte como soporte a los dientes que los sostienen y se pierdan las piezas dentales.
- Xerostomía o boca seca: se disminuye la producción de saliva y produce problemas para tragar, hablar y comer.
- Gingivitis descamativa: Se produce porque se separan las capas externas de la encía y deja al descubierto la raíz del diente, debido a que ya no producen la misma cantidad de hormonas sexuales. Puede provocar sensibilidad y algunas complicaciones como periodontitis o caries radiculares.
- Caries radiculares: Suele ser consecuencia de la gingivitis descamativa, ya que al retraerse la encía, es más probable que se generen caries