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Por muy moderna que nos parezca la palabra “piercing”, y por muy modernos que luzcan los que los llevan, su origen e historia no tiene nada de novedad. Diferentes tribus de todo el mundo han perforado su piel por razones culturales: desde los esquimales hasta las tribus de Nueva Guinea.
En la actualidad es de lo más normal ver a una joven con un piercing en la nariz o a un chico con otro en la lengua. Los piercing son diferencia, son estética, estilo, marca, personalización, distinción o simplemente decoración.
Por supuesto podríamos hablar de todos los piercing del cuerpo, pero como nosotros nos preocupamos por la sonrisa, nos preguntamos, ¿qué riesgos conllevan los piercings en la boca?
Por muy bonitos que sean hay que saber que las perforaciones en el labio, la lengua y el carrillo pueden acarrear consecuencias para la salud bucal y general: desde el desgaste del esmalte hasta la pérdida de un diente.
Un estudio publicado en el American Journal of Dentistry concluyó que entre el 15 y el 20% de las personas que utilizan piercing en la boca presentan un alto riesgo de sufrir fractura dentaria y enfermedades de las encías.
Es muy importante elegir correctamente el lugar donde hacerse el piercing y que la persona esté cualificada para ello: debe ser un sitio con las condiciones adecuadas de esterilización, exento de contaminación ya que de no ser así puede existir riesgo de transmisión de infecciones por herpes, hongos o candidiasis y enfermedades como la hepatitis o el virus del VIH.
También es importante saber que con un piercing en la boca, la función masticatoria y la deglución va a ser dificultosa además de generar problemas en la pronunciación y un aumento de saliva.
Desgaste en los dientes y posibilidad de fracturas dentales. Es muy común que las personas con piercing en la lengua o el labio lo “mordisquen” de forma accidental o incluso como una manía.
Problemas periodontales (en las encías): retracción, infección e hinchazones. Uno de los principales problemas que provocan los piercing es la recesión de las encías.
Posibilidad también de infección de labios y lengua.
Problemas en la coloración de los dientes ya que existe un debilitamiento del esmalte.
Hipersensibilidad en los dientes.
Mala cicatrización alrededor de la perforación.
No es recomendable utilizar piercing con la ortodoncia ya que puede engancharse al aparato, provocar problemas en las encías y sobre todo interferir en la evolución del tratamiento. ¡Espera a terminar!
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